domingo, 9 de octubre de 2016

Características de la novela rosa y la novela por entregas (para 5to)

Chicos de 5to: Lo que sigue es material para trabajar con la novela "Como agua para chocolate". La idea es que vean qué características de la novela rosa y de la novela por entregas se dan en la novela de Laura Esquivel.
El género “novela rosa”
  Eran novelas de los años 20 aproximadamente, escritas para un público femenino.
  Valores que transmitían:
-El valor exaltado de la mujer, como por ejemplo, la belleza que presupone la felicidad. Generalmente la protagonista es la “bella pobre”. La mujer se presenta como ama, señora, y a la vez esclava, rodeada por las peticiones de su próximo amante.
-El valor que tiene, o deja de tener, el dinero. Por ejemplo: un rico que descubre que ser pobre es mejor que ostentar los lujos y, por otro lado, un pobre que sueña con ser rico, y cuando lo consigue, pierde el amor, entonces reflexiona acerca de que puede ser feliz con su verdadera condición.
Sentimientos que predominan:
-amor, pasión, placer, felicidad.
Señales del cuerpo:
-Los ojos: elemento esencial de comunicación. Son el centro de la expresividad y un componente primordial de la belleza femenina. ¿Los ojos dicen más que las palabras? En estas novelas se descubre que son más representativos de los sentimientos que cualquier palabra. Marcar una primera instancia del romance, producir intriga, son entre otros los efectos que causan los ojos, como centro expresivo.
  Lectores
  La novela rosa formó un nuevo público lector: las mujeres, ellas eran maestras de barrios, estudiantes humildes o empleadas de comercio. Se volcaban a una lectura clara y económica, que demandaba muy poco del lector y le otorgaba mucho: el gusto de la repetición, el reconocimiento, la emoción, la ensoñación, el trabajo sobre cuestiones conocidas.
  Actualmente se puede decir que esos valores no pertenecen al arte, pero es inobjetable que parte de la literatura “culta” utilizó la reiteración de lo conocido. Las mujeres que elegían este género carecían de disposiciones que parecen naturales al público de librería, por su acceso muy restringido a la cultura.
  Modos de lectura
  Según Beatriz Sarlo, existen tres formas de leer:
a)    La lectura fenoménica que registra todas las acciones y se limita al nivel de los hechos simples.
b)    La lectura identificativo-emocional, que explica los comportamientos de los personajes o sucesos por el carácter de los personajes o por las relaciones de los mismos (rechazo-elección, que dependen del grado de identificación).
c)    La lectura analítica-sintética, que intenta una interpretación englobadora de las circunstancias, busca las causas y señala las consecuencias.
  Estos modos apuntan a la cuestión de cómo se lee, qué organización de sentido se produce en lecturas diferentes y qué disposición frente a la literatura exige cada tipo de lectura. Se puede dar la combinación entre los tres, pero es posible pensar que el texto mismo propone un “consejo” acerca de su manejo.
  Los textos de publicación periódica apuntarán, por su aporte, a generar hábitos, por este motivo se debe tener presente el tipo de material y las expectativas, para tener en cuenta el modo de lectura:
1)    Ficción breve que permitía leerlo rápido.
2)    Una ficción vinculada con “ideales” para atrapar al lector.
3)    El gusto por la “peripecia sentimental”.
4)    Tramas redundantes que no necesitan demasiadas destrezas.
5)    Un “imperio de los sentimientos”.
  Por ejemplo, Corín Tellado (María del Socorro Tellado), quizás la mayor representante del género rosa, ha tenido gran éxito gracias a la facilidad de conducir a sus lectores a la identificación con los personajes de su invención; hace de lo cotidiano una aventura en busca del amor y plantea situaciones de celos, temor y amistad.
    Novelas por entrega
    Las novelas por entrega fueron un fenómeno literario original, ligado a nuevas formas del negocio editorial. Tuvieron un gran éxito durante todo el siglo XIX, en el que se produjeron por miles, salidas de la pluma de cientos de autores. En España, por ejemplo, las tiradas de cada edición o capítulo alcanzaban los doce o trece mil ejemplares, lo que es una altísima cifra en una sociedad que no contaba con los medios modernos de publicidad y comunicación de masas.
  Estas novelas no llegaban al lector en una obra completa, sino por capítulos, en cuadernos o pliegos. Mientras se vendían al público estaban en vías de producción. Eran novelas abiertas, en las que se podía añadir lo que se deseaba; en ellas eran frecuentes las improvisaciones, y el propio autor no sabía nunca cómo acabaría su obra.
  En el campo de la novela por entregas, el autor no era importante. Muchas de ellas se publicaron anónimas. A veces eran debidas a más de un autor, o a sucesivos autores.
  El proceso de producción
  Al editor de la novela por entregas no le interesaba la literatura, sino la economía: su finalidad era ganar dinero. Era, por lo tanto, el que hacía la inversión inicial, según el número de suscripciones. Solía recuperar con creces su dinero.
  El primer paso era buscar una idea novedosa y un título sensacionalista y llamativo que atrajera al público. Una vez definido este, el editor contrataba a un autor a quien le dictaba los elementos que debía introducir en la novela y a quien pagaba una cierta cantidad por cada entrega. El autor podía ser sustituido por otro en cualquier momento, no era importante, muchas novelas aparecieron en forma anónima.
  Publicidad
  El segundo paso era realizar una especie de campaña publicitaria para promocionar la obra: se pagaban a personas que repartieran volantes acerca de las publicaciones, se pegaban grandes carteles anunciadores en las paredes de las calles, se editaba una primera entrega, muy breve, que recibía el nombre de prospecto, y que se repartía introduciéndolas bajo las puertas de las casas. En ellas se transcribía un pequeño texto de la obra. Se colocaban anuncios de la obra en los periódicos, en los que se indicaban la cantidad de páginas, el tipo de papel, el precio, etc.
  La forma de difusión determinaba que cada parte terminara en un suspenso que provocaba el interés para un nuevo capítulo. La historia principal se cortaba continuamente por episodios separados para dar interés y acción al relato. Tras la pequeña inversión inicial, el editor sabía el número de suscripciones que la novela había conseguido, y ajustaba la inversión posterior.
  Público lector
  Las novelas por entregas se dirigían a un nuevo grupo social: las masas asalariadas, llegadas del campo a las zonas urbanas, lectores con bajo nivel cultural y escaso poder adquisitivo, y, en su mayoría, mujeres.
  Características
  El que el público lector fuese mayoritariamente femenino determinó algunas características de las novelas por entregas: predominaba en ellas el tema amoroso. Solían aparecer conflictos como el matrimonio y el adulterio, los hijos desconocidos, etc. El estilo era muy sencillo, en él predominaba la denotación y apenas existían descripciones. Había mucho diálogo, lo que permitía avanzar en la lectura con rapidez. El texto se acompañaba con ilustraciones a todo color.
  Algunas eran novelas de aventuras, otras tenían como tema principal los momentos particulares que vivía el país: las huelgas, los movimientos obreros, el impacto de la Revolución Rusa, etc. Cada ideología de ese tiempo era tratada en las novelas semanales. Mijail Bajtín llamó una “voz” a los personajes utilizados por el narrador para una enunciación capaz de explicitar un posicionamiento social y una visión del mundo. Las opiniones políticas aportadas por la voz del narrador, en algunas de las novelas por entregas, hacen de estas un material valioso que puede ser leído como escenificación del debate político de la época.


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