Chicos de 5to: Lo que sigue es material para trabajar con la novela "Como agua para chocolate". La idea es que vean qué características de la novela rosa y de la novela por entregas se dan en la novela de Laura Esquivel.
El género “novela rosa”
Eran
novelas de los años 20 aproximadamente, escritas para un público femenino.
Valores que transmitían:
-El valor exaltado de la mujer, como por
ejemplo, la belleza que presupone la felicidad. Generalmente la protagonista es
la “bella pobre”. La mujer se presenta como ama, señora, y a la vez esclava,
rodeada por las peticiones de su próximo amante.
-El valor que tiene, o deja de tener, el
dinero. Por ejemplo: un rico que descubre que ser pobre es mejor que ostentar
los lujos y, por otro lado, un pobre que sueña con ser rico, y cuando lo
consigue, pierde el amor, entonces reflexiona acerca de que puede ser feliz con
su verdadera condición.
Sentimientos que predominan:
-amor, pasión, placer, felicidad.
Señales del cuerpo:
-Los ojos: elemento esencial de comunicación.
Son el centro de la expresividad y un componente primordial de la belleza
femenina. ¿Los ojos dicen más que las palabras? En estas novelas se descubre
que son más representativos de los sentimientos que cualquier palabra. Marcar
una primera instancia del romance, producir intriga, son entre otros los
efectos que causan los ojos, como centro expresivo.
Lectores
La
novela rosa formó un nuevo público lector: las mujeres, ellas eran maestras de
barrios, estudiantes humildes o empleadas de comercio. Se volcaban a una
lectura clara y económica, que demandaba muy poco del lector y le otorgaba
mucho: el gusto de la repetición, el reconocimiento, la emoción, la ensoñación,
el trabajo sobre cuestiones conocidas.
Actualmente se puede decir que esos valores no pertenecen al arte, pero
es inobjetable que parte de la literatura “culta” utilizó la reiteración de lo
conocido. Las mujeres que elegían este género carecían de disposiciones que
parecen naturales al público de librería, por su acceso muy restringido a la
cultura.
Modos
de lectura
Según
Beatriz Sarlo, existen tres formas de leer:
a)
La lectura fenoménica que registra
todas las acciones y se limita al nivel de los hechos simples.
b)
La lectura
identificativo-emocional, que explica los comportamientos de los personajes o
sucesos por el carácter de los personajes o por las relaciones de los mismos
(rechazo-elección, que dependen del grado de identificación).
c)
La lectura analítica-sintética,
que intenta una interpretación englobadora de las circunstancias, busca las
causas y señala las consecuencias.
Estos modos apuntan a la cuestión de cómo se
lee, qué organización de sentido se produce en lecturas diferentes y qué
disposición frente a la literatura exige cada tipo de lectura. Se puede dar la
combinación entre los tres, pero es posible pensar que el texto mismo propone
un “consejo” acerca de su manejo.
Los textos de publicación periódica
apuntarán, por su aporte, a generar hábitos, por este motivo se debe tener
presente el tipo de material y las expectativas, para tener en cuenta el modo
de lectura:
1)
Ficción breve que permitía leerlo
rápido.
2)
Una ficción vinculada con
“ideales” para atrapar al lector.
3)
El gusto por la “peripecia
sentimental”.
4)
Tramas redundantes que no
necesitan demasiadas destrezas.
5)
Un “imperio de los sentimientos”.
Por ejemplo, Corín Tellado (María del Socorro
Tellado), quizás la mayor representante del género rosa, ha tenido gran éxito
gracias a la facilidad de conducir a sus lectores a la identificación con los
personajes de su invención; hace de lo cotidiano una aventura en busca del amor
y plantea situaciones de celos, temor y amistad.
Novelas por entrega
Las
novelas por entrega fueron un fenómeno literario original, ligado a nuevas
formas del negocio editorial. Tuvieron un gran éxito durante todo el siglo XIX,
en el que se produjeron por miles, salidas de la pluma de cientos de autores.
En España, por ejemplo, las tiradas de cada edición o capítulo alcanzaban los
doce o trece mil ejemplares, lo que es una altísima cifra en una sociedad que
no contaba con los medios modernos de publicidad y comunicación de masas.
Estas
novelas no llegaban al lector en una obra completa, sino por capítulos, en
cuadernos o pliegos. Mientras se vendían al público estaban en vías de
producción. Eran novelas abiertas, en las que se podía añadir lo que se
deseaba; en ellas eran frecuentes las improvisaciones, y el propio autor no
sabía nunca cómo acabaría su obra.
En el
campo de la novela por entregas, el autor no era importante. Muchas de ellas se
publicaron anónimas. A veces eran debidas a más de un autor, o a sucesivos
autores.
El
proceso de producción
Al
editor de la novela por entregas no le interesaba la literatura, sino la
economía: su finalidad era ganar dinero. Era, por lo tanto, el que hacía la
inversión inicial, según el número de suscripciones. Solía recuperar con creces
su dinero.
El
primer paso era buscar una idea novedosa y un título sensacionalista y
llamativo que atrajera al público. Una vez definido este, el editor contrataba
a un autor a quien le dictaba los elementos que debía introducir en la novela y
a quien pagaba una cierta cantidad por cada entrega. El autor podía ser
sustituido por otro en cualquier momento, no era importante, muchas novelas aparecieron
en forma anónima.
Publicidad
El
segundo paso era realizar una especie de campaña publicitaria para promocionar
la obra: se pagaban a personas que repartieran volantes acerca de las
publicaciones, se pegaban grandes carteles anunciadores en las paredes de las
calles, se editaba una primera entrega, muy breve, que recibía el nombre de
prospecto, y que se repartía introduciéndolas bajo las puertas de las casas. En
ellas se transcribía un pequeño texto de la obra. Se colocaban anuncios de la
obra en los periódicos, en los que se indicaban la cantidad de páginas, el tipo
de papel, el precio, etc.
La
forma de difusión determinaba que cada parte terminara en un suspenso que
provocaba el interés para un nuevo capítulo. La historia principal se cortaba
continuamente por episodios separados para dar interés y acción al relato. Tras
la pequeña inversión inicial, el editor sabía el número de suscripciones que la
novela había conseguido, y ajustaba la inversión posterior.
Público lector
Las
novelas por entregas se dirigían a un nuevo grupo social: las masas
asalariadas, llegadas del campo a las zonas urbanas, lectores con bajo nivel
cultural y escaso poder adquisitivo, y, en su mayoría, mujeres.
Características
El que
el público lector fuese mayoritariamente femenino determinó algunas
características de las novelas por entregas: predominaba en ellas el tema
amoroso. Solían aparecer conflictos como el matrimonio y el adulterio, los
hijos desconocidos, etc. El estilo era muy sencillo, en él predominaba la
denotación y apenas existían descripciones. Había mucho diálogo, lo que
permitía avanzar en la lectura con rapidez. El texto se acompañaba con
ilustraciones a todo color.
Algunas eran novelas de aventuras, otras tenían como tema principal los
momentos particulares que vivía el país: las huelgas, los movimientos obreros,
el impacto de la Revolución Rusa, etc. Cada ideología de ese tiempo era tratada
en las novelas semanales. Mijail Bajtín llamó una “voz” a los personajes
utilizados por el narrador para una enunciación capaz de explicitar un
posicionamiento social y una visión del mundo. Las opiniones políticas
aportadas por la voz del narrador, en algunas de las novelas por entregas,
hacen de estas un material valioso que puede ser leído como escenificación del
debate político de la época.
Qué nivel!!!
ResponderEliminarme encantó.